La Junta directiva de la Asociación de Empresarios de Alojamientos Turísticos, máxima representantes del sector a nivel provincial, en su última sesión, celebrada el pasado 15 de junio volvió a analizar la actual situación en el seno de la crisis sanitaria que nos afecta, ya con miras a los problemas que el sector de la planta extrahotelera va a tener que afrontar de forma específica y con especial urgencia.
La principal preocupación manifestada por la Junta directiva es la crítica situación que se puede plantear en la inminente reapertura de los establecimientos turísticos, donde puede resultar muy difícil la efectiva aplicación, por parte de las empresas turísticas de las medidas de distanciamiento social establecidas por las autoridades sanitarias, tanto en piscinas , como en las zonas comunes, por la afluencia importante de propietarios que harán uso durante este verano de sus respectivas unidades de alojamiento.
La directiva no tiene ninguna duda, que la generalidad de los usuarios turísticos que residen en la isla, serán respetuosos con las normas que a tal finalidad tenga establecida la comunidad de Propietarios y las empresas gestoras, cada una en su ámbito, pero sí considera necesario una llamada de atención a las Autoridades, especialmente a las turísticas, a las que exigen un posicionamiento público, claro y contundente de rechazo, ante las posibles situaciones de riesgo por la contumaz actitud de propietarios que se consideran por encima de las normas. Todo ello se va a ver agravado por la imprevisible afluencia de personas ajenas a los establecimientos, tradicionalmente invitados por dichos propietarios y que hará más dificultoso, aún si cabe, el control del distanciamiento prescrito.
Todo ello, sin contar con el problema del alquiler ilegal que acucia a nuestro sector, que incidirá de forma muy negativa en todo este problema.
Otro de los temas tratados, actualmente muy debatido, fue el de la exigencia de los test por Covid, a los usuarios turísticos en su lugar de origen, antes del embarque. En tal sentido la Junta, sin ninguna posición contraria, consideró la absoluta necesidad de que se lleven a cabo dichos test o un certificado médico “fit to fly”, por parte de sus médicos de cabecera, como la mayor garantía para que los usuarios regresen a sus residencias libres de todo contagio. La directiva considera que es esencial que todo esté preparado para nuestra temporada alta y los test o certificados, serán el más eficaz instrumento para proteger al grueso de nuestros clientes en dicha temporada, que se enmarcan dentro del grupo de mayor riesgo por edad, superior a los 50 años. No se puede perder de vista que las expectativas apuntan a tener rebrotes por covid en otoño e invierno, opinión contrastada y coincidente con reconocidas autoridades médicas, con más de 30 años de experiencia en la medicina turística.