Finalizado de forma exitosa el 7º Foro Internacional del Turismo de Maspalomas y extinguidos los ecos mediáticos iniciales, podemos decir con absoluta rotundidad, que la posición que ha venido manteniendo la FEHT sobre la incompatibilidad formal (jurídica) y material entre el uso residencial y el turístico en un mismo establecimiento alojativo, ha sido confirmada.
Tener presente que la mesa de debate estaba participada por juristas tan solventes como el exmagistrado del Tribunal Supremo, José Suay Rincón; la Catedrática de Derecho civil de la Universidad de Las palmas, Carmen Pérez Ontiveros; el abogado especializado en Derecho turísticos, Carlos Bethencourt, contando, además, con la presencia del Profesor Moisés Simancas; del Técnico economista del Estado, Rafael Molina Petit y en representación de la Patronal turística, El Vicepresidente de la FEHT, Tom Smulders.
Ninguna de las intervenciones reconoció, ni el derecho de los propietarios a residir en los complejos turísticos, ni la posible consolidación de derechos de los mismos por el uso residencial continuado. Sí se puso de manifiesto, como proposición no discutida, la limitación del derecho de propiedad en dicho ámbito, posición refrendada por el Tribunal Supremo en un Sentencia paradigmática, en el denominado caso “O_Grove”, donde el alto Tribunal obligó a los propietarios a revertir el uso residencial a turístico de un apartotel de 52 chalés de lujo, vendido como residenciales, tal y como expuso Carlos Bethencourt en un momento del debate.
Otro aspecto destacable, expuesto por el Vicepresidente de la FEHT, Tom Smulders, fue el problema de la pérdida de empleo que trae consigo la residencialización de los complejos, que tampoco fue rebatido por ninguno de los presentes, así como la seria conflictividad entre los residentes y las empresas explotadoras, donde muchas veces se pierde la perspectiva, tal y como apuntaba alguno de los ponentes, de que los mismos propietarios pueden llevar a cabo la gestión turística de su establecimiento.
Asimismo, se expusieron casos donde la dinámica del residente impide los necesarios procesos de renovación de los establecimientos y con ello la pérdida de competitividad, abocando con ello (a modo de carcoma) a la extinción de la actividad turística, dinámica propiciada por la pasiva actitud de las administraciones públicas competentes en este ámbito, fundamentalmente los Ayuntamientos.
De forma oportuna el vicepresidente de la FEHT hizo una clara distinción entre la Vivienda Vacacional, como tipología alojativa regulada, que opera en un ámbito determinado, y el alquiler turístico ilegal.
La FEHT se muestra escéptica ante una posible solución dialogada, para buscar una salida a los residentes, cuando, por un lado, la Disposición que trata de establecer la compatibilidad de usos en un mismo establecimiento, vino impuesta sin contar con el consenso de la FEHT; y por otro, tanto la alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana, como su edil de urbanismo, Alejandro Marichal, ya se han posicionado claramente a favor de dicha compatibilidad en contra del criterio de la FEHT.
En tal sentido, la Federación, apuesta sin ambages, por un modelo turístico eficiente, solidario y sostenible, para lo cual precisa del firme compromiso de las Administraciones competentes, que propicie las condiciones necesarias para un desarrollo ordenado del mismo.